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Investigadores del IMIBIC demuestran que la dieta mediterránea reduce la progresión de la aterosclerosis en la enfermedad coronaria
- Se trata de un análisis enmarcado en el ensayo controlado aleatorizado CORDIOPREV, dirigido por el grupo de Nutrigenómica y síndrome metabólico del IMIBIC.
Córdoba 12 de agosto de 2021.- El estilo de vida y la dieta afectan al riesgo cardiovascular, aunque actualmente no existe un consenso sobre el mejor modelo dietético para la prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular. El estudio CORDIOPREV (Coronary Diet Intervention With Olive Oil and Cardiovascular Prevention) es un ensayo prospectivo, aleatorizado, simple ciego, controlado, en curso, en 1002 pacientes con enfermedad coronaria, cuyo objetivo principal es comparar el efecto de 2 patrones dietéticos saludables (baja en grasas y ricas en hidratos de carbono complejos versus dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra) sobre la incidencia de eventos cardiovasculares. Por lo tanto, para evaluar la eficacia de estas dietas en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, se evaluó ultrasónicamente de forma bilateral el IMT-CC (grosor de las arterias carótidas comunes).
Del total de participantes, 939 completaron la evaluación IMT-CC al inicio del estudio y fueron aleatorizados para seguir una dieta mediterránea (35 % de grasas, 22 % de ácidos grasos monoinsaturados, <50 % de carbohidratos) o una dieta baja en grasas (28 % de grasas, 12% de ácidos grasos monoinsaturados, >55% de carbohidratos) con mediciones de IMT-CC a los 5 y 7 años. También se analizó el número y la altura de la placa carotídea.
La dieta mediterránea disminuyó el IMT-CC a los 5 años (−0,027±0,008 mm; P<0,001), se mantuvo a los 7 años (−0,031±0,008 mm; P<0,001), respecto al basal. La dieta baja en grasas no modificó el IMT-CC. El IMT-CC y la altura de la placa carótida disminuyeron más después de la dieta mediterránea, en comparación con la dieta baja en grasas, a lo largo del seguimiento. El IMT-CC inicial tuvo la asociación más fuerte con los cambios en el IMT-CC después de la intervención dietética.
Por lo tanto, el consumo a largo plazo de una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra en comparación con una dieta baja en grasas, se asoció con una menor progresión de la aterosclerosis, como lo demuestra la reducción del IMT-CC y la altura de la placa carotídea. Estos hallazgos refuerzan los beneficios clínicos de la dieta mediterránea en el contexto de la prevención cardiovascular secundaria.
